Sonia Alonso Martín: "Los postdoc son como un unicornio dorado"

IIS Biodonostia

Sonia Alonso Martín: "Los postdoc son como un unicornio dorado"

La Dra. Sonia Alonso Martín ha trabajado durante los últimos 16 años en el campo de las células madre del músculo esquelético. Actualmente dirige un grupo en al Área de Neurociencias en el IIS Biodonostia para aplicar su experiencia en células madre musculares en el campo de las distrofias musculares y la ELA, abordando un enfoque totalmente innovador para una mejor comprensión de las diversas enfermedades neurodegenerativas, incluida la sarcopenia asociada al desuso o la edad. Además, es Profesora de Investigación dentro del programa de doctorado en “Biología Molecular y Biomedicina” en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Como Líder de Equipo recibió el “Gipuzkoa Fellow for Talent Attraction and Retention” (2019), por sus proyectos hacia una mejor comprensión de la ELA desde una perspectiva centrada en el músculo. Es miembro de CIBERNED, el Centro de Red para la Investigación Biomédica en Enfermedades Neurodegenerativas, y de la red “Regulación extrasináptica de la función neuronal en enfermedades neurodegenerativas a través de vesículas extracelulares”, entre otros grupos.

Su equipo propone una nueva vía para el estudio de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). ¿En qué consiste?

La ELA es una enfermedad en la que un 90% de los casos son esporádicos. En ella, se produce una degeneración de las neuronas motoras, que son las que permiten los movimientos voluntarios de todo tu cuerpo y al final causa atrofia muscular y parálisis respiratoria.

Hasta ahora todas las aproximaciones en el campo de la investigación que se han hecho han sido siempre desde el mismo punto de vista, sino de la motoneurona, al menos sí del sistema nervioso. Lo que proponemos nosotros es una hipótesis contraria; es decir, el músculo no es que se deteriore porque haya una degeneración de la motoneurona, con lo cual ya no recibe el aporte necesario, sino que quizá el músculo pudiera ser parte del inicio del proceso. Así que, en vez, de arriba abajo, pensamos que pudiera haber un problema en el músculo y que, de alguna forma, una señalización negativa impactara de forma retrógrada invirtiendo o fomentando esa neurodegeneración. Tenemos datos positivos cuando hemos intentado mejorar el fitness o el estado del músculo para tener un impacto a largo plazo en el mantenimiento o, al menos, mejorar un poco la calidad de vida.

¿Cómo de aceptada es esta aproximación?

La verdad es que cuesta mucho cambiar un paradigma. Hay pacientes que han fallecido por alguna causa diferente, no por la enfermedad en sí, y se ha visto que el músculo ya estaba deteriorado, mientras que sus neuronas se encontraban perfectamente.

En modelos animales, se ha diseñado un animal en el que, provocando una mutación en el gen SOD1 específica de la enfermedad que solo se exprese en el músculo esquelético, es capaz de generar una ELA-like, una sintomatología similar a la ELA.

Sin embargo, otras aproximaciones basadas en la sobreexpresión de esta mutación en la motoneurona o la glía en diferentes tejidos sí han producido una neurodegeneración, pero no una ELA. Hay indicios, que animan a que cada vez haya más personas que investigan en esta dirección. Ahora bien, probablemente no sea ni A ni B, seguramente será ambas cosas, pero es curioso que una de las causas de la muerte vaya asociada a la atrofia muscular.

A mí que vengo del mundo del músculo esquelético, llevo más de 15 años trabajando en el músculo esquelético, me sorprendía el hecho de que si se estropea el músculo ¿cómo nadie ha investigado en esta dirección? ¿En qué momento empieza a estropearse el músculo? Parte de los proyectos que ahora tenemos son precisamente en modelos presintomáticos, es decir, en modelos animales antes de que desarrollen la enfermedad.

Nosotros proponemos el músculo esquelético como diana terapéutica, no única, pero sí para tener en cuenta

Al abrir un nuevo campo, ¿habría una nueva diana terapéutica para abordar la ELA?

Nosotros proponemos el músculo esquelético como diana terapéutica, no única, pero sí para tener en cuenta. Hay que tener en cuenta que el único tratamiento aprobado en España es el riluzol y apenas modifica el curso de la enfermedad en un mes. Al final eso no significa nada. Es una enfermedad que, hoy en día, se considera rara, pero no es tan rara, lo que pasa es que las personas afectadas fallecen muy pronto, lo que hace que no haya muchos casos.

Estamos hablando de un campo experimental. Pero, hoy en día, por lo menos, se han hecho ya más de 50 o 60 ensayos clínicos, todos enfocados a la neurona, y no han funcionado, no hay nada. Hay mucha gente trabajando en, por ejemplo, estrés oxidativo, estrés del retículo, enfermedad metabólica…

Al final es intentar seleccionar estas dianas en esas diferentes situaciones que se dan porque mucha de la sintomatología que ya aparece en el sistema nervioso lo encontramos en el músculo: problemas mitocondriales, de estrés, de agregados, como en otras enfermedades como alzhéimer. Quiere decir que hay mecanismos similares, pero tenemos que determinar cuál es la forma en las que se originan.

Más del 90% de los casos de ELA son esporádicos, ¿se sabe por qué se producen?

Ni idea. Está por demostrar, pero nosotros seguimos con la hipótesis de que un deporte extremo o un ejercicio exacerbado pudiera ser un desencadenante de la ELA, aunque no por sí solo. Se ha descrito que hay 5 escalones que se tienen que cumplir. Es como el póker, necesitas tener las cinco cartas y, en este caso, si no se cumplen los otros escalones, la enfermedad no llega a desarrollarse.

El problema es que no hay patrones comunes en la ELA familiar. La mutación no es la misma, aunque el gen puede ser el mismo. Hay genes que no es solamente una mutación, es una expansión. ¿Entonces, cuántas son las expansiones que te provocan? No queda claro; de hecho, en muchas familias lo sabemos porque sus progenitores o sus hermanos o tíos o algún familiar la ha tenido.

Otro esfuerzo que se está haciendo para la enfermedad es la búsqueda de biomarcadores para mejorar el diagnóstico, pero también esenciales para los ensayos clínicos. ¿Cómo estratificar a los pacientes? ¿Qué vas a evaluar que está mejorando o empeorando si no sabemos cuál es la cuestión? Porque normalmente el problema es que cuando el paciente acude a la consulta la enfermedad ya se ha desencadenado. Pero ¿hay alguna forma de preverlo o prevenirlo? El diagnóstico, además, puede tardar hasta 1 año porque tiene similitudes con otras enfermedades del sistema nervioso.

¿Cómo se lleva a cabo el diagnóstico definitivo?

A través de una serie de pruebas: electromiogramas, resonancias magnéticas, evaluación de los reflejos musculares, etc. Hay una escala de parámetros de movimiento que se miden. Pero cada paciente es un caso y en algunos están afectados músculos diferentes: los del habla, el tragar, la respiración, etc.

Generalmente la mayoría de los casos suele empezar por extremidades; aparecen con espasmos en las piernas, que empiezan a no sentirlas bien o que no andan correctamente, y eso va derivando hasta acabar en silla de ruedas y con ventilación asistida o, incluso, con sistemas de alimentación.

Es como el póker, necesitas tener las cinco cartas y, en este caso, si no se cumplen los otros escalones, la enfermedad no llega a desarrollarse

¿Bióloga de bota o de bata?

Yo era de bata. Soy muy curiosa y hay tantas cosas que nos rodean que no sabemos de dónde vienen y cómo se han hecho. En ese momento ni lo ves. No te lo planteas. Quieres hacer una carrera que te guste. Es verdad que la mayor parte de tu tiempo lo pasas resolviendo problemas más que haciendo investigación. Pero en su momento, yo estaba fascinada, y, de hecho, desde tercero de carrera ya entré en un laboratorio.

¿Conocimiento, aplicación clínica o ambos?

En mi caso originalmente era por conocimiento. Siempre he estado trabajando en desarrollo. Al estar yo implicada en investigación básica, cada vez que alguien me preguntaba a qué me dedicaba, era difícil de explicar. Hay que explicar que estoy trabajando para aprender, conocer y encontrar información que nos va a permitir, en el futuro, curar la enfermedad x. Para mí también fue un cambio brutal. Ahora si alguien me pregunta qué investigo, en la primera frase ya lo ha entendido. Hay una aplicación directa.

Hay otra parte que no he dejado de investigar que es el envejecimiento. Ahora básicamente hay una estrategia en nuestro Instituto de Envejecimiento Saludable, y quién está en el top es el músculo esquelético. Si tú preservas tu músculo esquelético vas a ser más funcional y vas a vivir mejor. Lo de vivir más años ya está, yo creo que ya hemos llegado al tope, pero lo que se vive debe ser con la mejor calidad posible.

Sonia Alonso Martín

De pequeña quería ser…

La medicina sí me tiraba; hoy en día creo que se hubiera hecho medicina hubiera acabado en investigación, porque creo que van los dos de la mano. No puedes hacer una cosa sin la otra.

¿Tiene todavía tiempo para investigar?

Pues tengo menos; es muy difícil. Primero hay que conseguir la financiación, vas empalmando proyectos, especialmente en Europa. Pero tenemos un problema muy serio: la financiación para el personal, no tenemos dinero para pagar al personal. De hecho, en nuestra zona nos nutrimos mucho de becas Predoctorales del Gobierno Vasco, pero conseguir un dinero libre a través del cual poder pagar a una persona se ha vuelto imposible. Los postdoc son como un unicornio dorado. Si vienen con un contrato de excelencia se supone que ya vienen a desarrollar su propia línea de investigación.

Estamos muy preocupados en poder contratar a los investigadores, porque una cosa es que consiga finalmente el dinero para hacer la investigación, pero si luego no tengo las manos...

De hecho, en la ELA, por ejemplo, que es donde más financiación tengo, básicamente estamos intentando expandirnos y fusionarnos haciendo una especie de consorcio entre muchos, porque al final juntos se llega antes que compitiendo entre nosotros. Yo asumo que vengo de un instituto más pequeño, un CNIC es un CNIC, pero no todos los centros de investigación en España son un CNIC. De hecho, es la rareza.

Muchos de los que se marchan nos ven a nosotros que todavía estamos cogidos con pinzas

Se habla mucho del cambio de mentalidad de las personas más jóvenes que llegar ahora a la investigación. Nos gustaría saber su opinión

Es verdad que ha habido un cambio. La pregunta es por qué ha habido ese cambio. Por un lado, se ha laboralizado la investigación, ¡bien! Ha habido un cambio, pero no sé si es mejor o peor. A mis estudiantes no les digo, tenéis que hacer x horas al día, tenéis que venir los fines de semana: es como tú gestiones tus experimentos. Es verdad que antes igual hacías un experimento y en ese momento querías saber la respuesta. Hoy en día hay casos en los que, ya lo veré mañana. Por otro lado, a veces mucha gente lo que mira más es la hora de fichar que lo que realmente está haciendo en el laboratorio. Y la investigación es compleja porque a veces no la puedes controlar.

Además, para hacer tu tesis doctoral tienes 3 años, en el mejor de los casos cuatro. Y en ese tiempo, además, tienes que publicarlo. Motivados sí que están, si no, no vendrían a hacer la tesis; pero lo que sí que he visto en torno a mí, es que muchas de las personas que acaban su tesis doctoral, lo dejan, generalmente se van a las farmacéuticas, que pagan mejor, o directamente lo dejan. La Academia es más complicado. Muchos de los que se marchan nos ven a nosotros que todavía estamos cogidos con pinzas. Y si nosotros estamos así, pues al final no tienen otra.