Identificada una proteína implicada en la formación de osteoclastos en hueso y de células gigantes inflamatorias

Compartir
3 Feb 2010
Publicaciones

Developmental Cell - 3 de febrero de 2010

Los macrófagos son células del sistema inmune capaces  de unirse para dar lugar a osteoclastos en hueso y a  células gigantes en focos inflamatorios. Entender los  mecanismos que regulan este proceso de fusión celular puede ser importante para la patogenia y la terapia de  patologías con alteración de estos tipos celulares.

El trabajo, realizado en el CNIC por Pilar Gonzalo del  grupo de la Dra. Alicia G. Arroyo, aporta un mejor  conocimiento de los mecanismos que regulan la fusión de  los macrófagos que puede ser útil para diseñar nuevas  terapias para patologías que cursan con un incremento en  la actividad de los osteoclastos (osteoporosis, metástasis  óseas) o bien con una formación descontrolada de células  gigantes inflamatorias (granulomas crónicos).

Su publicación en la prestigiosa revista Developmental Cell, ha despertado gran interés en la comunidad científica  que se ha reflejado a través de su clasificación en la lista  Faculty of 1000 Biology, una lista independiente que  evalúa los artículos más interesantes publicados en  ciencias biológicas realizada por alrededor de 2000  investigadores de relevancia.

Los macrófagos son células del sistema inmune con una  gran plasticidad morfológica y funcional. Una de sus  características es su capacidad para fusionarse entre sí  dando lugar a grandes células multinucleadas que  adquieren así nuevas funciones especializadas. En  concreto, la de comerse una matriz altamente mineralizada  como es el hueso en el caso de los osteoclastos, o bien la  de englobar patógenos resistentes o cuerpos extraños e intentar su posterior destrucción en el caso de las células  gigantes inflamatorias. La fusión celular también es  importante para la fertilización y la formación de músculo  esquelético.

Durante la fusión celular se producen una serie de pasos  secuenciales; así, los macrófagos deben moverse  adecuadamente para acercarse entre ellos, deben tantear  con sus membranas la cercanía para iniciar el contacto con  el macrófago adyacente y en ese momento reconocerlo  específicamente para fusionar sus membranas y dar lugar  a las células multinucleadas. Los mecanismos moleculares  que gobiernan estos procesos no se conocen en detalle. La  investigación realizada ha permitido identificar un nuevo  componente molecular de la maquinaria de fusión celular  en los macrófagos, la proteasa MT1-MMP.

Se ha demostrado que tanto en células en cultivo como en  animales que carecen de MT1-MMP la formación de  osteoclastos y por tanto la degradación de hueso así como  la formación de células gigantes en respuesta a factores  inflamatorios y a cuerpo extraño están disminuidas. La  proteasa MT1-MMP, que normalmente se encarga de abrir  paso a las células en su camino a través de los tejidos,  participa en la fusión de macrófagos sin usar su actividad  enzimática.

En concreto, MT1-MMP ha desarrollado una nueva función  especializada por la que a través de su dominio intracelular  coopera en llevar y activar otros componentes moleculares,  el adaptador p130Cas y la GTPasa Rac1, a la membrana  celular del macrófago. Esta última, Rac1, es una molécula  crítica para que el macrófago se mueva adecuadamente y  tenga la actividad de membrana necesaria para que se  produzca la fusión de forma eficaz. En esta parte del  trabajo ha participado el grupo del Dr. M.A. del Pozo del  CNIC. Para el desarrollo completo del trabajo también se  ha colaborado con otros grupos nacionales e  internacionales que han aportado ratones, reactivos y  ensayos específicos.

P. Gonzalo, M. Guadamillas, M. Hernández-Riquer, Á. Pollán, A.

Ver noticia