Formación en tiempos de Covid-19: Acciona y BBVA-Fundación Carolina

Equipo investigación CNIC

La formación constituye un objetivo primordial en el CNIC. Por ello, desde 2006 se desarrolló un Plan de Formación global denominado CNIC-Joven, que cubre todos los niveles, desde la enseñanza secundaria hasta la formación de postdoctorales y profesionales jóvenes.

Un plan diseñado para acercar la investigación biomédica a los jóvenes y crear una cantera de futuros investigadores de excelencia en el área cardiovascular.

En 2020 y 2021, a pesar de la pandemia, varios programas del Plan de Formación del CNIC han continuado, pero adaptándose a la situación que ha generado el Covid-19.

Becas Máster CNIC-Acciona

Uno de estos programas de formación son las Becas Máster CNIC-Acciona, creadas en 2008 con el objetivo de contribuir al perfeccionamiento del potencial humano en el ámbito de la investigación cardiovascular.

Estas becas ofrecen apoyo económico para facilitar que los estudiantes puedan cursar un máster oficial en biomedicina en una universidad pública española.

Anualmente se conceden nueve plazas y, este año, a pesar de la especial situación, se han cubierto todas las plazas disponibles.

Los participantes en este programa llevan a cabo su Trabajo de Fin de Máster (TFM) en un laboratorio del CNIC y, durante 12 meses, tienen acceso al laboratorio para continuar el proyecto iniciado en el máster y adquirir más experiencia.

Por este programa de formación ya han pasado 124 estudiantes, de los cuales un 62% continuó en el CNIC registrado en el programa Predoctoral y 42 han defendido ya su tesis doctoral.

La mayoría de los investigadores que ha participado en esta última convocatoria valoran positivamente la interacción con los grupos del CNIC en los que han estado trabajando y el programa en general, a pesar de las grandes dificultades que han conllevado la pandemia y las medidas para evitar la transmisión del Covid-19.

Esa es la opinión de Carmen Morales Vidal, para quien el programa ha superado sus expectativas “con creces”. “Me he empapado de un grupo al que no le da miedo empezar proyectos nuevos y arriesgados y al que se le ocurren ideas brillantes todo el tiempo. Una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal”.

También lo cree así Inés Bravo Ruiz, quien, cuando se apuntó al programa, todavía no sabía el tema de su TFM. “He tenido la suerte de tener como tutor al jefe de grupo, José Javier Fuster, quien me ha guiado a lo largo del proyecto y supervisado todo el trabajo. Sin duda, el ambiente de trabajo es inmejorable”.

Jesús Martínez Gómez destaca de su experiencia en el laboratorio dirigido por Rodrigo Fernández la posibilidad de trabajar en un grupo multidisciplinar que abarca diversas áreas de conocimiento. “Gracias a esto he podido ver todo el proceso que se lleva a cabo en un ensayo clínico comunitario, desde la visita a los institutos y la recogida de muestras, hasta la depuración y el análisis de los datos”.

Carmen Morales, que realizará en el grupo Genoxphos su tesis en el CNIC, agradece haber aprendido a “aislar mitocondrias, a trabajar con cultivos celulares, a utilizar aparatos como el oxígrafo y el espectrofotómetro y a diseñar experimentos, lo que ha enriquecido mi conocimiento de técnicas moleculares que me servirán en mi futuro predoctoral”.

Contenta también se muestra María Dolores Serrano Martín, aunque piensa que sería interesante introducir en el programa formación en “habilidades transversales útiles en el ámbito científico, como por ejemplo realizar buenas presentaciones orales, escribir artículos científicos…”.

Investigadora del CNIC

Los participantes en las Becas Máster CNIC-Acciona llevan a cabo su TFM en un laboratorio del CNIC y, durante 12 meses, tienen acceso al laboratorio para continuar el proyecto y adquirir más experiencia

Por este programa de formación ya han pasado 124 estudiantes, de los cuales un 62% continuó en el CNIC registrado en el programa Predoctoral y 42 han defendido ya su tesis doctoral

Por su parte, Jorge Peña destaca el haber “logrado trabajar en un laboratorio de manera consistente, haber tenido la oportunidad de profundizar en los engranajes de la ciencia y de aprender a organizar y estructurar el trabajo científico”.

Y especialmente agradece el hecho de que, “desde el primer momento, se tuvieran en cuenta mi opinión y mis intereses dentro de las líneas de investigación del grupo”. Además, señala, ha tenido la oportunidad de presentar sus propios datos, problemas y avances frente al grupo, con quien ha discutido tanto sus resultados como los ajenos.

Inés Bravo subraya que uno de los puntos más relevantes ha sido la posibilidad de trabajar con roedores. “Es algo que no había hecho en los otros laboratorios donde he estado y creo que supone una diferencia considerable en el alcance del proyecto; además, la experiencia con el manejo del animal me será muy útil en el futuro”.

¿Y cómo mejorar este programa?

Carmen propone hacer llegar la oferta a través del correo universitario de todas las universidades de España, con la ayuda de profesores que lo difundan a todos los alumnos de último curso de grado.

Jesús apunta que el programa mejoraría de forma sustancial si se realizase algún tipo de formación común con todos los becarios o, al menos, se intente que se pongan en contacto y se establezcan vínculos. “Es importante poder ver y hablar con personas que están en el mismo punto que tú —dice—. En mi caso, a gran parte de los becarios ya los conocía con anterioridad, pero sí es cierto que con el resto no he hablado y solo los he visto dos días”.

Añade que también habría sido enriquecedor haber tenido algún tipo de reuniones o charlas para conocerse.

Marta Meireles da Silva Gil, que ha echado en falta más contacto personal debido a la pandemia, se queda con la “oportunidad de aprender y practicar muchas técnicas de laboratorio y tener acceso a servicios de gran nivel”.

El CNIC, en función de los resultados obtenidos por el estudiante de Máster, con evaluación positiva por el jefe de grupo y avalado por la dirección científica del Centro, pueden ofertar a los participantes de este programa un contrato laboral de hasta dos años de duración con el objetivo de profundizar en su formación científica.

Joven investigadora del equipo

Becas Máster Fundación Carolina BBVA CNIC

BBVA y la Fundación Carolina con el fin de contribuir al perfeccionamiento de graduados de Portugal e Iberoamérica en el ámbito de la investigación cardiovascular. Iniciado en 2017, este Programa de Becas tiene unas condiciones similares a las del Programa Máster CNIC-Acciona, pero las personas candidatas a las becas Máster Fundación Carolina BBVA CNIC deben ser nacionales de algún país de América Latina, miembro de la Comunidad Iberoamericana de Naciones o de Portugal, y no tener la residencia en España.

Este año, debido a la imposibilidad de desarrollo completo de la convocatoria 2020, en 2021 se recuperaron las becas no utilizadas y en breve se incorporarán 10 estudiantes de Argentina, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua.

Sofía Vieto Fonseca y David Mendoza Cevallos han sido los dos estudiantes que han participado en esta última convocatoria del programa.

David, que desarrolló el proyecto ‘Papel de la lipodistrofia en alteraciones cardio-metabólicas asociadas a la Progeria de Hutchinson’, supervisado por Vicente Andrés, considera que se han “cumplido todas las expectativas de la formación recibida durante las prácticas” y destaca especialmente a Vicente Andrés y Carla Espinós (investigadora del grupo y co-directora del TFM), “siempre dispuestos a ayudarte y aclararte dudas”.

Sofía es de similar parecer: “Mis expectativas en cuanto a la formación en el CNIC no solo se han cumplido, sino que se han visto superadas. El área biomédica era completamente nueva para mí y en el CNIC he recibido formación en diferentes técnicas y uso de equipos que no conocía. En todos los departamentos (animalario, citometría, microscopía) siempre encontré personas dispuestas a ayudarme y enseñarme, y en el laboratorio de Andrés Hidalgo tuve una formación científica muy completa y por la cual me siento muy privilegiada”.

Sofía, cuyo TFM se titula ‘Definiendo el rol de la fagocitosis en la homeostasis cardiaca’, añade que, desde el primer día, “todos los miembros del laboratorio siempre estuvieron dispuestos a enseñarme y ayudarme, y la guía y mentoría que tuve por parte de Ángel (postdoc y segundo tutor de mi TFM) fue realmente excelente. Además, Andrés siempre estuvo muy pendiente de mi trabajo, teniendo reuniones conmigo y guiándome durante todo el desarrollo de mi TFM”. Sofía se va ahora a hacer una estancia de investigación en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (IST Austria) gracias a una beca.

Desde el inicio, 18 estudiantes han completado su TFM en el CNIC como beneficiarios de una beca del programa Máster Fundación Carolina BBVA CNIC. Y dos de las participantes, después de volver a su país de origen como regla de participación, han regresado al CNIC para completar una tesis doctoral.

Joven investigor del CNIC

Colaboradores