Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, siendo la aterosclerosis su principal determinante. Actualmente, la prevención de la aterosclerosis se basa en parámetros tradicionales que, sin embargo, fallan a la hora de identificar individuos en riesgo en los estadios tempranos. Es imposible determinar la prevalencia exacta de la aterosclerosis subclínica, sin embargo, se ha estimado en EE. UU. que el 50% de los hombres y el 64% de las mujeres que murieron de muerte súbita cardiaca no habían tenido síntomas previos de la enfermedad y la mayoría de ellos no estaban considerados como de alto riesgo de acuerdo con la ecuación de Framingham.
Los individuos que sufren eventos cardiovasculares a pesar de la farmacoterapia o que son intolerantes a ella, realzan la necesidad de explorar tratamientos alternativos.
Investigadores del CNIC han descubierto un metabolito como biomarcador para identificar individuos en riesgo en estadios tempranos, y el uso de antagonistas de este metabolito como nueva herramienta para mejorar el tratamiento de la aterosclerosis temprana. Este tratamiento es efectivo, no solo para aterosclerosis, sino también para enfermedades autoinflamatorias.