Formación Profesional DUAL: aprendizaje y colaboración
El CNIC tiene convenioS con dos Institutos de formación en LA rama sanitaria de la Comunidad de Madrid:
- IES Moratalaz – laboratorio clínico y biomédico
- IES San Juan de la Cruz – imagen para el diagnóstico y medicina nuclear
Uno de los programas de formación del CNIC es el programa de Formación Profesional Dual, que combina la formación teórica en el centro educativo de un curso académico con las prácticas en el CNIC durante el segundo curso académico durante nueve meses, en vez de los tres meses habituales de las prácticas de formación en un centro de trabajo.
El CNIC tiene convenios de colaboración educativa con los dos únicos centros con formación dual superior en la rama sanitaria de la Comunidad de Madrid: IES San Juan de la Cruz, Grado Superior de Imagen para el diagnóstico y medicina nuclear, y el IES Moratalaz, Grado superior de Laboratorio Clínico y Biomédico.
El estudiante se incorpora a jornada completa de acuerdo con el horario del centro. La ventaja de este tipo de prácticas es que el aprendizaje es muy práctico porque se accede durante un periodo largo a un entorno laboral real.
El programa ofrece ventajas tanto para los alumnos como para el CNIC. En concreto, la FP Dual es una gran oportunidad para adquirir una formación al mismo tiempo que experiencia conociendo de primera mano la realidad del mundo laboral.
Los alumnos realizan formación práctica en una empresa, para “aprender haciendo” y orientar la formación a las necesidades de las empresas. Además de acceder a un entorno productivo real y aumentar las expectativas de inserción profesional, los alumnos reciben una beca formativa de 300 euros/mes y son dados de alta como becarios en el Régimen General de la Seguridad Social.
Por su parte, las empresas participan activamente en la formación de estudiantes como futuros profesionales.
Este tipo de programas, comenta el Dr.David Sancho, jefe del Laboratorio de Inmunobiología del CNIC, como todos los programas de formación, son muy positivos, “porque nos permiten formar a estudiantes, que es una tarea muy motivante para nosotros”. Los alumnos, continúa, “reciben formación en las tareas de un laboratorio de investigación, más allá de la teoría que hayan estudiado”.
El beneficio es mutuo, añade, porque el grupo donde se integra el alumno, “aunque invierte en su formación, rápidamente se beneficia de ellos debido a su ‘hambre’ de aprendizaje y de colaboración”.
Desde el inicio de la colaboración del CNIC con las prácticas FP Duales en el curso 2017-18, ya se han formado en el Centro 15 alumnos (6 en imagen y 9 en laboratorio clínico).
Actualmente están contratadas por el CNIC dos de las participantes en este programa.
Cristina Álvarez Diago es una de las estudiantes que ha aprovechado la oportunidad y se encuentra trabajando en la Unidad de Tecnología de Células Pluripotentes del CNIC que dirige la Dra. Giovanna Giovinazzo.
Cristina había terminado la carrera de Química en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 2020 y conoció este programa cuando estaba cursando un grado superior de Análisis Clínico y Biomédico en la modalidad dual dos años: uno de teoría y otro de formación en centros de trabajo. “El propio instituto nos facilitó una lista de los centros, unos encaminados a la parte clínica y otros de investigación. Al estar interesada en lo segundo, elegí el CNIC”.
El mayor problema de Cristina es que se incorporó en plena pandemia de COVID-19, pero su primera impresión fue muy favorable, “dentro de la situación tan atípica que teníamos”.
Rápidamente se adaptó al entorno de trabajo y tenía la esperanza de quedarse a trabajar en el CNIC. “El ambiente de trabajo era muy bueno y me sentía muy cómoda; claro que quería quedarme y la esperanza nunca la perdí, pero también sabía lo difícil que era obtener un contrato en un centro de investigación como el CNIC”.
Actualmente trabaja de técnico de laboratorio de la Unidad de Tecnología de Células Pluripotentes con células embrionarias de ratón (mESC) y células pluripotentes inducidas humanas (hiPSC).
Por su parte, Eva Martínez Jiménez tiene el grado superior en Anatomía Patológica y Citología y el grado superior dual con el de Técnico de Análisis Clínico y Biomédico, y actualmente trabaja de técnico de laboratorio y de animalario en el laboratorio que dirige el Dr. José Antonio Enríquez en el CNIC.
Antes había estado dos años en el CNIO con una beca de la Comunidad de Madrid y, como no la iban a poder renovar, cursó el primer año de dual mientras se acababa el contrato. “Después hice las prácticas del dual en el grupo del Dr. Enríquez y, como tenían dinero en el CIBER, me contrataron a través de esta entidad”.
“Al principio quería ser ayudante de forense y por eso hice Anatomía Patológica e hice las prácticas en el Anatómico Forense de Madrid, pero como era muy difícil trabajar allí y conseguí el contrato con el CNIO, descubrí lo que era la ciencia desde dentro y me gustó mucho”.
Eva destaca el hecho de que en aquel momento estaba embarazada y nunca supuso un problema para el grupo: “Me contrataron en agosto al finalizar el periodo de prácticas, aun sabiendo que iba a tener el bebe a principios de septiembre y, la verdad, es que estoy muy agradecida por ello. Primero conseguí un contrato CIBER para trabajar con un grupo de CNIC y posteriormente gané una convocatoria para traba-jar directamente en el CNIC”. Actualmente trabaja en el animalario.
Manuel Rodrigo Tapias es uno de los estudiantes que se encuentra actualmente cursando este programa. Manuel conoció el programa mientras hacía la matriculación para la FP y reconoce que no esperaba encontrar algo que se ajustase tan bien a lo que buscaba. “Me llevé una alegría al saber que se condensaba toda la teoría en un año y el segundo era entero práctico”.
En el laboratorio del Dr. David Sancho, Manuel está centrado en las funciones de genotipar y realizar cortes histológicos y, aunque fantasea con la idea de quedarse en ese laboratorio una temporada, procura no pensar en ello.
Para Eva es muy importante la duración del programa: “Un año está muy bien a la hora de aprender. Antes había seis meses de prácticas y lo bajaron a tres, y en tres meses es imposible coger práctica en un trabajo como este”.
Por su parte, Cristina subraya “el elevado grado de formación que obtienes una vez finalizado el año de prácticas, pudiéndote desenvolver en muchos aspectos de forma autónoma”. De cara a mejoras del programa, dice: “Mejoraría que hubiera una lista más amplia de grados superiores que se puedan cursar en la modalidad dual, entendiendo que poco a poco será posible”.
No duda en recomendar este tipo de programas de formación. “Te permite adquirir conocimientos en materias que te interesan, a la vez que ganas experiencia. Hecho que te facilita la posibilidad de encontrar un trabajo en un futuro, como fue mi caso”.
De similar opinión es Eva: “La teoría, con un poco de esfuerzo, se saca perfectamente en un año, y luego tienes otro año para coger la experiencia laboral necesaria. Ya han pasado varios estudiantes de prácticas y hay una diferencia abismal entre los que están tres meses y los que están un año”.
Manuel apunta que se trata de “un lugar con gente maravillosa dispuesta a apoyarme y enseñarme tanto dentro como fuera del centro”. Del programa destaca lo condensado que está todo y lo rápido que se estudia. “Es una modalidad bastante sacrificada y densa, pero que merece, con creces, la pena”.
Por ello, recomienda encarecidamente este tipo de formación. “No solo es una excelente manera de adquirir las habilidades que realmente como técnico se van a realizar en el entorno laboral, sino que, además, proporciona unos conocimientos teóricos de enorme utilidad si se tiene la intención de continuar formándose”.
El Dr. Sancho considera fundamental que los estudiantes se integren en el grupo con “confianza, con motivación, con ilusión y ganas de aprender”, y que lo consideren una “oportunidad única para aprender en un entorno único de investigadores con gran valía científica y humana, que serán sus colegas de laboratorio. Lo fundamental —apunta— es que aprovechen esa oportunidad y que sean proactivos y organizados para sacar el máximo provecho de la experiencia”.
Manuel está convencido de que, aunque no acabase trabajando en el CNIC, “una pequeña parte de él se vendría conmigo”. Su lema es: “Manuel, aprovecha la experiencia y consejos que te den aquí”.